Fallo en el motor de un avión

El capitán de instrucción de vuelo y su alumno, un alférez de cuarto curso, habían salido de San Javier, pero ya no regresaron. Los dos militares pilotaban un avión a reacción modelo C-101 y tenían que realizar un vuelo hasta Torrejón y regresar a la base murciana. En algún momento entre la maniobra de aproximación, o ya de regreso, su avión cayó al suelo y se mataron. El suceso ocurrió hacia las 10.30 horas cerca de la cárcel de Alcalá Meco. 

Los militares estaban realizando un vuelo de navegación, es decir, en el que no tenían que aterrizar, sino aproximarse al destino (base de Torrejón) y regresar sin pasar por tierra. A unos pocos kilómetros de la base madrileña, el avión cayó. Según la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, la aeronave cayó ya en llamas al suelo. 
En principio, fuentes militares creen que un fallo del motor es la causa más posible del accidente, aunque se sigue investigando y tampoco se descarta un fallo humano, dado que era un vuelo de instrucción, agravado por las malas condiciones meteorológicas que había ayer por la mañana en la Alcarria madrileña. 

Los tripulantes fueron conscientes de que se iban a estrellar, porque intentaron eyectar sus mecanismos de paracaídas, pero no lo lograron, según las mismas fuentes. El C-101 cayó sobre un descampado y prácticamente se desintegró, puesto que los pedazos quedaron esparcidos en una zona mayor de una hectárea. 

Varios testigos que se dirigían a la cárcel de Alcalá Meco, situada a unos cientos de metros del accidente, vieron caer al avión. Varios aseguraron que la nave venía del oeste, es decir, desde Torrejón hacia Meco, por lo que el suceso podría haberse producido ya en el viaje de vuelta a Murcia. 

El despliegue de emergencias fue muy cuantioso: vehículos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), bomberos militares, bomberos de la Comunidad, Policía Nacional, Policía Local, Guardia Civil, Policía Militar, Policía Aérea, Cruz Roja, Summa... 

Se montó una batida para rastrear la zona, y con la confusión del principio, se informó de la búsqueda de dos desaparecidos, pero en realidad ya se sospechaba que se trataba de dos fallecidos. En poco tiempo se localizó un gran hoyo en el terreno causado por el impacto de la nave, que en su caída se llevó por delante un poste de la línea telefónica. 
Muy cerca del lugar del accidente hay unas naves industriales, además de los archivos de la Biblioteca Nacional, pero el avión no chocó contra ninguno de estos edificios. Un bombero de la Comunidad explicó en el mismo lugar del accidente que se habían «localizado restos humanos reconocibles» entre el amasijo de hierros principal, así como numerosas piezas y restos del avión desperdigados por la zona acordonada. 

El C-101 es un avión a reacción construido en los años 80, y es el mismo modelo que utiliza la conocida Patrulla Águila, por ejemplo. Estos aviones están destinados en el Grupo de Escuelas de Matacán (Salamanca) y en el Centro Logístico de Armamento y Experimentación (Torrejón de Ardoz).

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