Lucía Botella diseñadora por enchufe
Algunos dicen que lo de la elegancia es innato. No se hace uno elegante, se nace. Ahí los genes juegan un papel importante como en otros rasgos de la personalidad, físico o aptitudes que heredamos de padres y madres. La creación de alta costura, que es lo que eleva a la moda a la categoría de arte, y la capacidad de diseñar prendas excepcionales, también, se transmite generación a generación.
Un buen ejemplo, es Claudia. Con apenas 16 años ya tiene claro lo que quiere. Una niña que ha crecido entre bocetos, agujas, seda, brocados, chantilly y mucho trabajo. Pero, antes lo supo su madre, Lucía, que es la que da continuidad a la firma que creó su padre. Pepe Botella, es una de las figuras de la moda alicantina por excelencia y referente nacional.
Le cogió el relevo a Valcárcel para hacer trajes de novia alicantina, actividad que ahora no desempeña. Pero, vistió en su día a muchas bellezas, entre ellas, Milagrosa Martínez, alcaldesa de Novelda, cuando fue bellea de Hernán Cortes. Todo comenzó en el mismo sitio, en la calle Bazán, con prêt à porter en Modas Pepe, hace medio siglo. "Buscaba un nombre, pensé Joseph en francés, por lo del aire parisino, pero yo siempre había sido Pepe y así se quedó, Pepe Botella como el hermano de Napoleón Bonaparte". Antes, de abrir la tienda Pepe estuvo preparándose en Barcelona, allí iba a ver los desfiles de Pedro Rodríguez (diseñador pionero de la alta costura en España) y contemplaba sus diseños "pensando que jamás haría nada parecido, y anda que no he hecho… He subido un edificio de 100 pisos, escalón a escalón", asegura Pepe Botella, recuperado, totalmente, de una pancreatitis aguda que lo tuvo unos días ingresado en el hospital.
La firma cumple 50 años y por ello están preparando una exposición, para finales de año, en la que se mostrarán auténticas joyas vintage que nos harán un recorrido cronológico de las tendencias de la alta costura en los últimos tiempos.
En la exposición, estará unos de sus primeros vestidos de novia, el que le hizo a su ex mujer y madre de sus hijas.
Ahora, Pepe disfruta de su trabajo desde la primera línea de los desfiles, el front row en el lenguaje de la moda, mientras su hija Lucía controla el backstage. Pepe dice de su hija que "es más fuerte y decidida. Ojalá hubiera tenido su fortaleza…". Lucía iba por otro camino, el de las Ciencias Exactas o Medicina, pero su auténtica pasión es la costura. Claudia, su hija, no se queda atrás, y siempre que puede echa una mano en los desfiles o donde haga falta. Tiene talento y algunos de sus diseños ya están en percha.
Es consciente de la realidad que nos rodea que lo dificulta todo, pero cuenta con los genes…Lucía, su madre, dice "Claudia es alta costura viva. Pero, quiero que empiece desde abajo". El fundador afirma que "es fundamental que un diseñador sepa hacer patronaje y coser, lo que se plasma en el diseño debe poder llevarse a término, y el patronaje es básico para que la prenda siente perfecta".
De la nueva colección fiesta de Pepe Botella, Lucía destaca la línea vintage con la que se ha recuperado el estilo de los 50: "faldas con vuelo, plumas y los tonos pasteles como el rosa o el nude son los rasgos a destacar de unos diseños femeninos y elegantes, pero clásicos sin olvidar la vanguardia".
En países de medio planeta, desde Francia a Alemania, EE.UU, pasando por Sudáfrica, Guatemala y, ahora incluso, en Emiratos Árabes, se pueden encontrar los diseños de Pepe Botella. Además, el diseñador ha vestido a multitud de mujeres, entre ellas por destacar a unas cuantas, Genoveva Casanova, Norma Duval, Sandra Barneda, Paula Vázquez, Diana Navarro, Pilar Jurado, India Martínez, Merche, Gema Cuervo, Ana Millán…Quizá, Sofía Loren algún día, su diva.
De su hija Lucía, Pepe Botella admira su fortaleza: "Ojalá la hubiera tenido..."
"Claudia es alta costura viva, pero quiero que empiece por abajo", dice.
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